El cruzado roto de Dani Carvajal (32 años) hace dos meses no solo abrió un gran agujero en el lateral derecho del Madrid, como se ha visto en las últimas semanas, sino que dejó al equipo sobre el césped sin uno de sus líderes anímicos, uno de los pocos que le quedaban. La escasez de referentes consolidados en la plantilla ya era una cuestión abierta desde el inicio de curso tras las salidas de Kroos y Nacho (ambos con 34), pero la grave lesión del defensa ha ahondado en ello. El vestuario debe gestionar ahora la primera gran crisis de resultados y juego en plena búsqueda de nuevos liderazgos, algo que, como ya ha advertido Carlo Ancelotti, es un proceso largo.. Seguir leyendo
El equipo blanco afronta la primera gran crisis de resultados y juego al inicio de un proceso de formación de otros referentes tras las últimas salidas y acuciado por la lesión de Carvajal
El cruzado roto de Dani Carvajal (32 años) hace dos meses no solo abrió un gran agujero en el lateral derecho del Madrid, como se ha visto en las últimas semanas, sino que dejó al equipo sobre el césped sin uno de sus líderes anímicos, uno de los pocos que le quedaban. La escasez de referentes consolidados en la plantilla ya era una cuestión abierta desde el inicio de curso tras las salidas de Kroos y Nacho (ambos con 34), pero la grave lesión del defensa ha ahondado en ello. El vestuario debe gestionar ahora la primera gran crisis de resultados y juego en plena búsqueda de nuevos liderazgos, algo que, como ya ha advertido Carlo Ancelotti, es un proceso largo.. “Esto no es que una mañana te levantas y dices: ‘hoy voy a ser un líder’. Sino que se construye cada día. Nos ha afectado mucho el problema de Carvajal. También Alaba podía hacerlo. Los jóvenes, poco a poco, están tomando este tipo de responsabilidad. [La situación] ha adelantado su crecimiento en este tema”, explicó el técnico italiano antes de afrontar este sábado en Girona (21.00, Movistar) un duelo crudo en un momento de muchas dificultades después de las últimas derrotas. Días tensos que Carletto trató de suavizar, al menos en la previa, muleteando a la prensa. “Me estáis tirando muchos palos. Esto puede significar que estáis cansados de mí”, le soltó entre risas.. A la par que el club ha ido rejuveneciendo la plantilla, se han ido marchando por goteo muchos de los referentes, no solo futbolísticos, del Madrid que abrió en 2014 la segunda mejor época de títulos de su historia. Una red de seguridad que, más allá de su calidad, ha sido capaz de resistir en las peores tormentas. Cristiano Ronaldo se fue en 2018; Sergio Ramos (más Varane), en 2021; Casemiro y Marcelo, en 2022; Benzema, en 2023; y Kroos (más Nacho), en 2024. De aquellos comienzos de hace una década ya solo quedan, además del caído Carvajal, Lucas Vázquez (33 años) -una pieza secundaria en las mejores noches-, y Luka Modric (39), con una pérdida clara de presencia en el campo. Este proceso paulatino de salidas no le ha impedido al Madrid seguir ganando, pero ahora encara un escenario en el que apenas cuenta con este tipo de líderes sobre el verde.. Ancelotti señala los herederos. Ancelotti, que viene avisando hace meses de que se trata de un asunto a tener en cuenta, ha apuntado en las últimas semanas los nombres de Valverde (26), Camavinga (22), Rodrygo (23), Vinicius (24) y Bellingham (21) como algunos de los herederos naturales para que la plantilla no pierda el “ambiente, actitud y compromiso de la generación de Kroos, Casemiro, Varane, Marcelo, Ronaldo o Benzema”. No citó para el presente a Kylian Mbappé, que todavía anda buscándose a sí mismo. En todo caso, el italiano ha pedido tiempo para que la sustitución de liderazgos eche raíces. “Ellos son conscientes de que esto es importante e intentarán progresar rápido”, afirmó hace dos semanas. Carvajal, al que todavía le queda una larga recuperación, puede ayudar en situaciones concretas del vestuario, pero no en el césped. Ni tampoco a dar explicaciones de derrotas dolorosas, como las que acumula el equipo esta campaña, en las que apenas ha habido declaraciones.. En este cambio de piel, lo que también ha perdido la caseta es la clásica figura de un capitán con una personalidad muy fuerte, en algunos casos con un punto cacique y un poder real en la práctica dentro del club. Los últimos ejemplos de esta tradición fueron Sergio Ramos (2005-2021), Raúl González (1994-2010) y Fernando Hierro (1989-2003), que se fueron sucediendo uno a otro después de años de convivencia con su antecesor. Ramos y Hierro, de hecho, acabaron su ciclo en el Madrid tras perder sendos pulsos con la dirección de la entidad.. “¿El resto sabe algo que yo no sé?”. Más allá de esta pieza tan concreta, que quizá se esté perdiendo también en la sociedad, lo que ha tenido el conjunto blanco en los últimos años es una batería de futbolistas que casi siempre encontraban una escapatoria. Una sensación que la han experimentado propios recién llegados y ajenos. “Cuando miré a mis compañeros [tras el temprano 1-0 del Barcelona en 2023]”, recordó Bellingham en su documental, “solo vi calma. Cuando es tu primer clásico, es fácil dejarte llevar por las emociones. Pero cuando el resto está tan tranquilo, empiezas a pensar: ‘¿saben algo que yo no sé?”, contó.. Desde fuera, Rodri Hernández también sintió la especial capacidad de resistencia de la generación para la que ahora se busca relevo. “Me acuerdo de que perdían 2-0 [en Liverpool, en la ida de octavos de Champions de 2022] y les vi la cara”, recordaba en una entrevista reciente con la BBC. “Pensé: ‘Estos muchachos no están preocupados’. Esta calma te la da la experiencia. No lo podría explicar, es algo que hay que vivir”, afirmó el Balón de Oro. Un intangible que también busca este Madrid, además de algo más tangible como los resultados.. Vinicius, para la Champions y Alaba, para enero. Carlo Ancelotti espera contar con Vinicius el próximo martes en Bérgamo ante el Atalanta, en el duelo clave de Champions. El brasileño se lesionó en el bíceps femoral izquierdo hace dos semanas, contra el Leganés. Este viernes también completó la parte inicial de los ejercicios de grupo David Alaba. Es la primera vez que se le ve con el resto de sus compañeros después de romperse el cruzado hace casi un año. No obstante, el técnico italiano puntualizó que el defensa austriaco, de 32 años, todavía necesita un mes más para jugar. El club había rechazado hasta ahora poner plazos a su recuperación.
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