Diogo Jota, fallecido en la noche del miércoles en un accidente de tráfico —cuando iba camino de Santander para coger un ferry hacia Inglaterra, según pública Record—, define la escalada imparable del Liverpool. El delantero de 28 años no se distinguía aparentemente por nada. Parecía un goleador profesional sin más. Un muchacho sin condiciones atléticas llamativas con los atributos técnicos mínimos exigidos para desempeñarse en Primera División. Uno entre 100 en el rango medio-alto de atacantes de las ligas europeas que, sin embargo, captó la atención de Jürgen Klopp y el equipo de prospectores que trabajaban para el Liverpool. Ahí, cuentan en el club del Mersey, había la clase de materia prima con la que se fabrican ataques demoledores.. Seguir leyendo
El portugués, que se acababa de casar y tenía tres hijos cuando falleció en accidente de tráfico, encajó en la fórmula que permitió al club inglés ganar la Premier con un coste mínimo
Diogo Jota, fallecido en la noche del miércoles en un accidente de tráfico —cuando iba camino de Santander para coger un ferry hacia Inglaterra, según pública Record—, define la escalada imparable del Liverpool. El delantero de 28 años no se distinguía aparentemente por nada. Parecía un goleador profesional sin más. Un muchacho sin condiciones atléticas llamativas con los atributos técnicos mínimos exigidos para desempeñarse en Primera División. Uno entre 100 en el rango medio-alto de atacantes de las ligas europeas que, sin embargo, captó la atención de Jürgen Klopp y el equipo de prospectores que trabajaban para el Liverpool. Ahí, cuentan en el club del Mersey, había la clase de materia prima con la que se fabrican ataques demoledores.. Transformar un club deprimido y con recursos limitados en una máquina competitiva capaz de ponerse al nivel de los más ricos practicando un juego fascinante es el gran dilema que abordó Fenway Sports Group cuando adquirió al Liverpool en 2010. El holding estadounidense presidido por John W. Henry buscó algo parecido a una fórmula mágica. La encontró tras practicar una serie de combinaciones. En parte, con análisis cuántico, el modelo importado de la industria financiera, con sus matemáticos y sus físicos. Pero sobre todo gracias a una cosa que los expertos de las consultoras asociadas al proyecto denominan “análisis cualitativo”. La cascada de datos se contrastó con el ojo clínico de especialistas que habían estudiado los grandes fenómenos futbolísticos de las últimas tres décadas.. Más información. Muere Diogo Jota, futbolista del Liverpool, en un accidente de tráfico en Zamora. La pregunta que se plantearon los analistas cuantitativos remitía al pasado: ¿Qué hicieron Johan Cruyff y Rinus Michels cuando construyeron sus dinastías? A falta de dinero para contratar goleadores consagrados, apostar por un tipo de futbolista apasionado por participar y pedir la pelota lo mismo al pie que en la profundidad, sobre todo al espacio. El modelo podía ser Hristo Soichkov: atacante en la ignota liga búlgara de los 80 que se caracterizaba por repetir desmarques como un poseso. Hasta hace un lustro, el Liverpool no tuvo dinero para pagar un Kun Agüero, pero siguió el modelo Hristo. Así fichó a Salah, a Mané, a Luis Díaz y a Diogo José Teixeira da Silva, alias Jota.. Diogo Jota levanta el trofeo de la Premier League, en 2025.Phil Noble (REUTERS). Fuera del campo, parecía un hombre gris. Con las botas puestas, Jota era un exaltado. Altruista. Generoso. Ambicioso y sin vanidad, se desplazaba hasta el agotamiento y ahí radicaba cierto equívoco. Los jugadores que se mueven mucho son víctimas de una paradoja. El público, e incluso algunos técnicos, tienden a pensar que les falta calidad. Jota tenía cierto tacto con el balón en los pies, pero no tardó en ser víctima del prejuicio, tal vez porque cada vez que lo recibía venía de correr tantos kilómetros que, debido al agotamiento, hacía controles que parecían deficientes o poco ortodoxos.. El Atlético lo fichó al Paços de Ferreira en el verano de 2016 pero, tras una pretemporada de pruebas, Simeone decidió que no tenía nivel para su plantilla. Lo prestó al Oporto primero y al Wolverhampton después. Ahí, en la Segunda División inglesa, su desesperación hiperactiva dio frutos. El primer curso, hizo 17 goles y seis asistencias y ascendió a la Premier. El Wolves lo fichó y en el segundo año metió nueve goles y dio cinco asistencias y ayudó al equipo a clasificar para Liga Europa. Suficiente para atraer la atención del Liverpool. Ahí había un inagotable cazador de desmarques. Un maestro del gol al primer toque que, puesto en el cauce de un equipo que producía un gran caudal de acciones de ataque, se convertiría en un punzón.. El Liverpool pagó cerca de 50 millones de euros por Jota. Casi un exceso en las cuentas puritanas de la corporación Fenway. Un balance positivo en el promedio de rendimiento por riesgo. Mientras que en la selección de Portugal se vio sistemáticamente desplazado por Cristiano Ronaldo a pesar de registrar más goles por minuto jugado (uno cada 100 minutos por uno cada 170), en el Liverpool se ganó su espacio en un sistema competitivo justo. Anotó 65 goles y dio 26 asistencias en 182 partidos y se afianzó como un recurso valioso.. Los jugadores de la selección portuguesa Cristiano Ronaldo y Diogo Jota, durante un partido de la Eurocopa en 2019.Francisco Seco (AP). Hace un año impresionó tanto a Arne Slot, que le aseguró la titularidad. El nuevo entrenador había decidido asignar a Darwin Núñez un papel secundario, tras verificar que el uruguayo sufría si no disponía de grandes espacios para correr. Jota se desenvolvía bien en cuadrantes reducidos con marcajes estrechos. “Es útil tener alguien que juega con naturalidad en esas situaciones”, dijo el técnico. “Alguien inteligente y sagaz para saber cuándo jugar fácil y cuándo girarse a la profundidad”. Darwin no era de esos.. “El afortunado soy yo”. El portugués disputó como titular siete de los primeros ocho partidos de la Premier de esta pasada temporada hasta que un golpe con Tosin Adarabioyo, del Chelsea, le mandó a la enfermería durante dos meses. Cuando regresó, Luis Díaz le había ganado el puesto en la punta del ataque. Desde el banquillo, Jota contribuyó a la carrera hacia el título con goles valiosos al Forest y al Everton.. “El afortunado soy yo”, proclamó, cuando su esposa, Rute Cardoso, publicó las fotos de su boda en una red social. Tenían tres hijos. Se casaron el 22 de junio en Oporto, la ciudad en la que se conocieron hace más de una década.. Fuentes de la Guardia Civil señalan como origen del accidente mortal un posible exceso de velocidad del vehículo de alta gama donde viajaban Diogo Jota y su hermano cuando ejecutaban un adelantamiento en un tramo de la autovía que tiene una velocidad máxima de 120 kilómetros por hora. Como consecuencia de esa gran velocidad sobre un asfalto con imperfecciones se produjo el reventón de un neumático trasero; eso provocó la pérdida de control del vehículo y que el coche acabara “explotando”, señalan las mismas fuentes. El coche, que ha quedado totalmente destrozado, era un Lamborghini Huracán de tracción trasera que el futbolista había alquilado.. “El Liverpool Football Club está devastado por la trágica Muerte de Diogo Jota”, rezaba en la mañana del jueves el portal oficial del club. Lo saben bien los dueños. El hombre que pierden representa la clave del salto exponencial en las posibilidades económicas y deportivas de una institución que después de 40 años de declive volvió a situarse entre las más poderosas del fútbol mundial.
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