Si algo no se le puede discutir a Carlos Sainz es la mentalidad granítica que tiene. Afrontar un Mundial de Fórmula 1 y medirse a animales competitivos de la magnitud de Max Verstappen, Lewis Hamilton o Max Leclerc, a sabiendas de que el equipo por el que compites no apuesta por ti para el curso siguiente, le deja a cualquiera mucho mal cuerpo y, en muchos casos, ganas de quedarse tumbado en la cama. Sin embargo, el español utilizó aquel revés como combustible para firmar su mejor curso en el campeonato, con dos victorias y nueve podios y un total de 290 puntos que le dejan en la quinta posición final en la clasificación general de pilotos, dos plazas por delante de Hamilton, el elegido por los ejecutivos de Maranello para subirse en su bólido el año que viene.. Seguir leyendo
El español celebra el segundo puesto en Abu Dabi con su monoplaza rojo, en paz por lo que ha conseguido y por su paso a Williams
Si algo no se le puede discutir a Carlos Sainz es la mentalidad granítica que tiene. Afrontar un Mundial de Fórmula 1 y medirse a animales competitivos de la magnitud de Max Verstappen, Lewis Hamilton o Max Leclerc, a sabiendas de que el equipo por el que compites no apuesta por ti para el curso siguiente, le deja a cualquiera mucho mal cuerpo y, en muchos casos, ganas de quedarse tumbado en la cama. Sin embargo, el español utilizó aquel revés como combustible para firmar su mejor curso en el campeonato, con dos victorias y nueve podios y un total de 290 puntos que le dejan en la quinta posición final en la clasificación general de pilotos, dos plazas por delante de Hamilton, el elegido por los ejecutivos de Maranello para subirse en su bólido el año que viene.. En Abu Dabi, Ferrari tenía una pequeña opción de arrebatarle a McLaren el título de constructores, pero ese deseo se complicó todavía más el viernes, a raíz de la sanción de diez posiciones a Charles Leclerc, por sustituir la batería de su monoplaza, que llevaron al monegasco a arrancar en las catacumbas de la parrilla. Colocado el tercero en la formación, Sainz salió de la primera curva el segundo gracias a Max Verstappen, que entró en plan kamikaze y se tocó con Oscar Piastri. A pesar de una primera fase de la prueba muy igualada, en la que Norris no se pudo escapar, la evidente superioridad del McLaren, el mejor coche del momento, terminó con las esperanzas de los tifosi, que no pudieron hacer nada para evitar que la formación de Woking celebrara su novena corona de fabricantes.. Más información. Red Bull y McLaren se tiran los trastos a la cabeza. Nada más cruzar la meta el segundo, justo detrás de Norris, su mejor amigo en el paddock, Sainz hizo balance de los cuatro años en que ha competido enfundado en el mono de Il Cavallino Rampante, probablemente el símbolo más universal del mundo de las carreras. Vestido de rojo, el madrileño ha acumulado los cuatro triunfos que figuran en su palmarés, y 25 de sus 27 podios. Cuando firmó por Ferrari, en 2021, la Scuderia estaba en ninguna parte —había terminado en la sexta plaza en el Mundial de 2020—, y no ganaba una prueba desde hacía dos ejercicios (2019). Ahora que se va, la marca italiana se ha quedado a un tris de proclamarse campeona del mundo de constructores, y probablemente empiece el próximo con uno de los mejores prototipos. En definitiva, un capítulo del que estar más que orgulloso antes de dar el paso —se supone que atrás— a Williams, un equipo en reconstrucción, el penúltimo en estadísticas, y que sacará mucho partido de Sainz como brújula.. “No fue una temporada fácil. Empezar el año con la noticia de no seguir en 2025 fue un palo muy duro. Y tener que disputar 24 carreras sabiendo que no iba a continuar puso las cosas un poco cuesta arriba. Pero me supe mantener al margen de todo eso”, reconoció Sainz, sorprendido por su tropa con un mono que, en la zona de la espalda, llevaba la lista de todas las victorias y podios conseguidos con Ferrari. “La gente no se imagina las ganas que tengo de lo que viene; de ayudar a un equipo mítico como Williams. Es un proyecto que me motiva muchísimo. Sé que no voy a estar luchando por victorias o podios en los próximos años, pero no es algo que me preocupe, porque ya lo he conseguido en Ferrari”, zanjó el hijo del bicampeón del mundo de rallies.
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